En 2001 se abrió en Londres la casa Portcullis, nueva construcción que contiene las oficinas de 213 miembros del Parlamento británico, cada uno con su propio su equipo. El edificio contiene todas las comodidades que se pueda imaginar.
Lo que en principio iba a 165 millones de libras, terminó costando 235, pues se ve que esos pequeños imprevistos de cualquier obra también afectan a los grandes proyectos. Entre los gastos destacan las 440 libras que costó cada uno de los sillones reclinables que se compró para cada atribulado diputado.
En cualquier caso, se agradece la honestidad con que se ha bautizado el edificio: con el Portcullis los políticos británicos por lo menos reconocen cuál es su principal función. Se rumorea que ese es el mismo espíritu que acompaña el proyecto del BY-D-AS Building, que albergará el garaje de los vehículos de los parlamentarios.
Acerca de la foto:
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