Considerado uno de los grandes filósofos de la Antigüedad, Parménides afirmó que el ser es, y el no-ser no es, de tal manera que el ser no puede no ser y el no-ser no puede ser.
Menos conocido es el que pensador que ha pasado a la historia como el Anti-Parménides, del que solo sabemos que se ganó la vida como adivino aunque, como muchos otros a lo largo de la Historia, sufrió el síndrome de Casandra, pues veía el futuro pero nadie creía sus predicciones.
Anti-Parménides negó a Parménides -aquí se verá que el nombre, por tanto, es acertado-. Por ejemplo, dijo:
- Los gobernantes, ahora y siempre, no gobiernan, sino que se preocupan de sus propios intereses.
- Las personas más importantes de la polis no suelen tener mayor importancia, por un lado, y los demás no suelen importarles lo más mínimo, por otro.
- Las promesas son pero, a menudo, nunca llegan a ser.
- Los que presumen de tolerantes suelen mostrarse bastante intolerantes antes las opiniones contrarias.
Pero, y por eso llega a este rincón, alcanzó tremenda presciencia mediante los tres siguientes fragmentos:
- Cuando alguien grita “tengo razón” suele haberlo usado todo menos la facultad de razonar.
- En el futuro, los grandes adalides de la libertad serán los primeros en rechazar que cada cual sea, piense o se exprese como quiera, mientras que, de manera análoga, los que aseguren defender la igualdad serán los primeros que señalen las diferencias.
- Llegará el día en que el que use el insulto fascista será el más fascista de todos.
Imagen creada con Sora, de ChatGPT