El renacer de Parque Jurásico o Cómo no morir en el intento

por | Ago 1, 2025 | Crítica Cultural | 0 Comentarios

Reflexiones sobre el apocalipsis zombi III

Con Parque Jurásico (1993), por lo menos en la gran pantalla, se trajo de vuelta a la vida a los dinosaurios, extintos desde vete a saber cuándo con permiso de Nessie, el monstruo del lago cuasi-homónimo.

Desde entonces no han dejado de estrenarse secuelas, remakes o lo que sea, en torno a este universo que se basa en el supuesto de que se ha clonado y resucitado a unos animales que, más allá de enseñarnos que la vida se abre paso –como si la saga la hubiese patrocinado Dúrex-, se caracterizan por su mal genio y la consiguiente incapacidad para adaptarse al mundo moderno/humano.

Este mismo año se ha estrenado Parque Jurásico: el renacer, colega de nombre de este blog y que insiste en que la franquicia no debe morir, como tampoco deben hacerlo los dinosaurios virtuales.

Por mor del negocio, no importa que los velocirraptores, T-rex y demás inmensos lagartos –aunque, como nos han enseñado, tengan caderas de ave- pululen por la pantalla como alma en pena. Por fortuna, aún no hay defensores de los animales virtuales.

En cualquier caso, el recurrir a una vieja extinción como motivo dramático recurrente, en clara sustitución de los problemas humanos que hasta hace bien poco ocupaban el grueso de los estrenos, es otra clara muestra de la persistencia del apocalipsis zombi.

Por un lado, en sentido virtual, pues no se deja morir a los pobres animalitos, que tan bien descansaban tras su extinción. En segundo, en tenebrosa maniobra mercadotécnica que nos impide dormir tranquilos, salvo que vayamos a la sala.

¿Cuándo, en paralelo a la gloriosa Orgullo y prejuicio y zombis, se les ocurrirá estrenar Jurassic Park meets Resident Evil: la maldición del velocirraptor zombi?