Salvo los vecinos de autonomías uniprovinciales, que solo soportan cuatro, los españoles sostenemos el peso político y económico -fiscal- de cinco Administraciones públicas: la correspondiente a la UE, donde los funcionarios y los gastos se multiplican como conejos; la Nacional, decreciente en funciones y presupuestariamente creciente; la Autonómica. sede de todo tipo de abusos y despilfarros; la provincial -las Diputaciones-. cajón de sastre para el dispendio, y la Municipal, que suele ser mala pagadora y pésima organizadora de sus recursos. A mayor abundamiento, las Autonomías insulares, a falta de diputaciones. enriquecen el gasto público con los cabildos canarios y el consejo mallorquín. El resultado, a la vista de tantas Administraciones y hecha la proporción entre lo que nos cuesta como contribuyentes y lo que recibimos como ciudadanos. es que ser español resulta caro. Mala relación calidad precio.
Escrito por Manuel Martín Ferrand y publicado en ABC el martes 17 de agosto de 2010